La Media Maratón de Coslada ha sido cancelada por segundo año consecutivo, confirmando la crisis que atraviesa el evento deportivo más importante de la ciudad. La guerra entre Policía Municipal y Ayuntamiento de Coslada ha obligado al equipo de gobierno a tomar esta decisión. El grave conflicto existente entre el Ayuntamiento de Coslada y la Policía Municipal se viene produciendo por impagos laborales que se remontan a 2018.
El Colectivo Profesional de la Policía Municipal (CPPM) ha denunciado públicamente que el Consistorio mantiene una deuda con los empleados que se remonta al año 2018. Según las fuentes sindicales, esta deuda asciende a «miles de euros por trabajador y por muchos trabajadores», lo que supone un problema económico de gran magnitud para las arcas municipales.
La situación se agravó cuando el Ayuntamiento se comprometió a realizar los pagos antes de las pasadas Navidades, promesa que no se cumplió. Los trabajadores recibieron como explicación que el retraso se debía a «problemas informáticos», justificación que no ha satisfecho a los empleados municipales.
Desde 2022, únicamente se ha abonado «lo correspondiente a un cuatrimestre» del total adeudado, lo que evidencia la magnitud del problema financiero que atraviesa el Consistorio de Coslada.
Motivos de seguridad alegados por el Ayuntamiento
Fuentes municipales han defendido que la cancelación de la Media Maratón de Coslada responde exclusivamente a «motivos de seguridad». La prueba deportiva requiere una presencia policial importante para garantizar la seguridad de los participantes y espectadores. «Lo que no se puede es arriesgar a que se convoque la prueba y que después por esas bajas inusuales y, de repente, de un número importante de policía local, al final haya que suspenderla», han explicado desde el equipo de gobierno municipal.
El Consistorio ha querido aclarar que la decisión no ha sido unilateral del alcalde Ángel Viveros, sino que ha sido adoptada «de forma colegiada» por todo el equipo de gobierno. Además, han matizado que técnicamente no se trata de una suspensión definitiva, sino de un aplazamiento acordado con la Unión Atlética de Coslada.
Futuro incierto para el evento deportivo
Las perspectivas para la recuperación de la Media Maratón de Coslada son poco alentadoras. El sindicato CPPM ha manifestado que «no cree que vaya a volver a ocurrir nunca» debido a que «la policía no está dispuesta» a participar en tanto no se resuelva el conflicto económico.
Esta postura contrasta con el optimismo mostrado por el equipo de gobierno, que se mantiene «convencido de que se puede recuperar esta prueba» una vez que se solucionen los problemas pendientes.
Críticas de la oposición al gobierno socialista
El Partido Popular de Coslada ha responsabilizado directamente al alcalde socialista Ángel Viveros de la situación actual. La formación conservadora ha recordado que esta es la tercera vez que la Media Maratón se cancela durante el mandato del PSOE en el Consistorio.
Los populares han señalado que los motivos de la cancelación son «los incumplimientos de acuerdos, la falta de efectivos de policía y las deudas con la plantilla municipal». Además, han ampliado el foco del conflicto más allá de la Policía Municipal, asegurando que se trata de «un asunto de todos los trabajadores de este Ayuntamiento» debido a la «inexistente política de recursos humanos».
Impacto en la imagen deportiva del municipio
La cancelación consecutiva de la Media Maratón de Coslada supone un duro golpe para la imagen deportiva del municipio. Este evento se había consolidado como una de las citas más importantes del calendario atlético de la Comunidad de Madrid, atrayendo a cientos de corredores de toda la región.
La incertidumbre sobre el futuro de la prueba plantea serias dudas sobre la capacidad del Ayuntamiento para gestionar eventos de gran envergadura y cumplir con sus compromisos laborales, lo que podría afectar a otras actividades municipales en el futuro.
El conflicto entre el Consistorio de Coslada y sus trabajadores municipales evidencia una crisis de gestión que trasciende el ámbito deportivo y pone en entredicho la estabilidad institucional del municipio madrileño.
Los sindicatos vuelven a reclamar unos servicios públicos de calidad y suficientemente dotados de personal y medios