El acto de conciliación entre el rey emérito Juan Carlos I y Miguel Ángel Revilla, ha finalizado sin acuerdo este viernes en los juzgados de Santander, donde el monarca reclama al político regionalista 50.000 euros por presuntas injurias y calumnias vertidas en diversos programas de televisión. El expresidente de Cantabria acudió al acto de conciliación en Santander mientras que Juan Carlos I no compareció en la vista.
«No he mentido», defiende Revilla
Miguel Ángel Revilla, que acudió personalmente a la vista celebrada a las 10:00 horas, mantuvo su postura ante los medios de comunicación congregados a las puertas del complejo judicial: «Claro que voy a mantener lo que he dicho», afirmó con rotundidad. El político cántabro, visiblemente emocionado por las muestras de apoyo recibidas, lamentó tener que enfrentarse a un proceso judicial: «Me veo en el banquillo a punto de cumplir 83 años».
La conciliación, que comenzó a las 10:05 horas y finalizó apenas quince minutos después, a las 10:20, no logró el entendimiento entre las partes. El rey emérito no compareció en la sala, mientras que el abogado de Revilla, José María Fuster-Fabra, defendió que su cliente «no ha mentido» y que no podían aceptar una rectificación cuando le «piden que diga que ha mentido».
«Que pida perdón y repatríe el dinero»
Revilla, al ser preguntado sobre qué le diría al rey emérito si lo hubiera visto personalmente en la vista, fue contundente: «Que pidiera perdón de verdad y que repatriara todo ese dinero que está por ahí», declaró ante el medio centenar de medios que se agolpaban a la entrada de los juzgados.
El expresidente regional también manifestó su decepción con la figura del monarca: «He sido un gran defensor del Rey. Aquel 23F yo le tenía grabado como un acto de intervención decisiva para que no hubiera una involución en España, pero lo que hemos conocido es terrible», afirmó, añadiendo que se ha visto «en la obligación de decir lo que piensa, que por otra parte creo que es lo que piensa la mayoría de los españoles».
Apoyo ciudadano y tranquilidad personal
A pesar de la tensión del momento, Revilla aseguró sentirse tranquilo: «Yo no he matado, no he robado, no he hecho nada ilegal en esta vida. Soy un ciudadano normal que cumple con sus obligaciones. Y vengo tranquilo, porque no tengo mala conciencia».
El político regionalista también destacó el respaldo recibido por parte de la ciudadanía: «Lo único positivo que he sacado de esto, que en unos primeros días he estado muy afectado, es ver que por todos los sitios que voy —porque he tenido ocasión de estar en Bilbao, en Barcelona, el otro día en Lugo— no he encontrado a nadie que no venga a abrazarme y a darme ánimos y a decirme que están conmigo».
Al acto acudieron varios miembros del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), entre ellos el líder de la formación en Santander, Felipe Piña, y el exedil José Antonio Pérez ‘Tonino’, quienes acompañaron a Revilla en este difícil trance judicial.
Víctor de Aldama implica al Gobierno de Sánchez en su declaración ante el juez por el caso Koldo
Sin acuerdo, camino al juicio
Al no haberse alcanzado un acuerdo en la conciliación, el caso podría derivar en un juicio formal donde el rey emérito reclama 50.000 euros al expresidente cántabro. Ante esta perspectiva, Revilla comentó que espera que en ese caso Juan Carlos I sí comparezca: «Como previsiblemente esto acabe en un juicio, ahí sí espero que venga».
Por su parte, el abogado del regionalista, José María Fuster-Fabra, argumentó en declaraciones a ‘Más de Uno Cantabria’ que su cliente no podía retractarse de sus palabras porque «no ha mentido», aunque matizó que «a ciencia cierta no puede saber si el rey emérito ha evadido impuestos o no», pero «Revilla puede pensar que por lo publicado es verdad».
Este caso supone un nuevo capítulo en la controversia que rodea a la figura del rey emérito desde que salieran a la luz diversas informaciones sobre su patrimonio en el extranjero y presuntas irregularidades fiscales, asuntos sobre los que Revilla se ha pronunciado en múltiples ocasiones en medios de comunicación.